jueves, 10 de junio de 2010

Consultoría freelance: ventajas y bemoles

- Una vista del nevado-volcán Cotopaxi en Ecuador (Foto: H. Medina) -
Resulta innegable que la tentación de trabajar en forma independiente, sin jefes o “patrones sin hacienda”, como yo denomino a algunos capataces de oficina que he conocido durante mi vida laboral, es muy grande y creo que no escapa a la mayoría de profesionales que trabaja en relación de dependencia.

Ah! la libertad! Ah! qué felicidad experimentaré el momento en que yo pueda trabajar y vivir sin jefes a quien dar cuentas de todo o casi todo!, libre de horarios atosigantes, de registrar entradas y salidas!. Ah! el día en que, como dice la canción, pueda vivir “sin horario y sin fecha en el calendario”… 
Ese “sueño” se me cumplió hace mucho tiempo, luego de 11 años de trabajar en una institución del Estado en la cual recibía un sueldo muy bajo, que me alcanzaba –juntándolo con el de mi esposa- para vivir sin mayores pretensiones. Estaba cansado de la rutina oficinesca y de compartir un entorno muy limitado en relación a los intereses culturales que me motivaban fuertemente en esa época, así que salir de la institución fue un asunto festejado.

Así pues, me lancé a la aventura de convertirme en consultor freelance, profesión en la cual felizmente, con altos y bajos, he podido mantenerme por 15 años.

En resumen, las ventajas de ser consultor freelance son, para mí:

•    Ser el jefe de ti mismo, lo que facilita mucho un trabajo autónomo pero también implica que sólo tú eres el responsable del producto de tu trabajo.

•    Poder organizar el tiempo a tu manera, es decir trabajando en el horario que tú dispones: levantarse de tu estación de trabajo el rato que quieras, a tomarte un café o mirar por la ventana, para relajarte o inspirarte, siempre es vivificante…
•    Posibilidad de experimentar entornos geográficos diferentes y conocer entornos laborales también distintos. En mi caso, el trabajo como consultor me ha permitido conocer las 4 regiones geográficas del Ecuador, es decir Costa, Sierra, Amazonía y Archipiélago de Galápagos, cada cual con sus particulares características de paisaje, clima y tradiciones culturales.

•    Trabajar en tu casa, organizando el espacio a tu manera. Es decir, con tus muebles, tus cuadros, tus adornos, etc.

Entre las desventajas señalo las siguientes:

•    No disponer de estabilidad laboral: eso de andar gestionando consultorias cada vez que terminas un contrato no es nada bonito… Hay que armarse de mucha paciencia, mandar CV a cada rato, visitar y llamar por teléfono a los amigos y relacionados con el ambiente de trabajo, buscar oportunidades en Internet,etc.

•    Estar demasiado condicionado a honorarios prácticamente impuestos por los contratantes, ya que no tienes mayor margen de negociación. Con cierta frecuencia los honorarios no corresponden a la dimensión del trabajo y exigencias de las ONG.

•    La mayoría de veces, no disponer de un seguro de salud, accidentes y peor seguro de vida. Esto, sin duda, te obliga a ahorrar y contratar al menos un seguro de salud por tu cuenta, cosa que resulta onerosa cuando no tienes trabajo.

Así que mis amigos, para finalizar, no queda más que sopesar ventajas y bemoles de este tipo de trabajo y estar conscientes que nada hay completo y perfecto en la vida, sino sólo lo más adecuado para uno, según su personalidad y las condiciones en que nos ha puesto la vida…

Próxima entrega: Equipo básico para consultoría freelance.

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